martes, 17 de marzo de 2020

MICRORELATO

La plaza desierta... no había nada ni nadie tan solo se escuchaba el sonido del viento y de algunos pájaros tal vez. La tarde ya había caído y quedaba un amanecer de fondo muy tranquilo y a la vez que te hacía reflexionar y pensar. Cada tarde venía aquí para relajarme y tener un poco de tiempo para mí misma. Frente a esta plaza hay un pequeño lago y al frente una gran montaña. No suele venir nunca a nadie pero a lo lejos veo venir a un chico alto de mi edad aproximadamente va cargando una caja pequeña lentamente se va a acercarme a mí me resulta raro ya que no lo conocía. Se acerca hasta sentarse en el mismo banco que yo no digo nada y sigo mirando al horizonte que más que anochecer ya es de noche prácticamente. Pasa unos minutos y me habla me dice que la caja es para mí lo miro extrañada y dudo que sea mía cuando no lo conozco. Como es normal pregunto que tienes y de dónde viene esa caja su respuesta es. No puedo decir quién soy tu abre la y ya está. En mi curiosidad pero y si luego me pasa algo. El chico me deja la caja y se va por donde vino mi curiosidad sigue ahí pero que va a traer una pequeña caja tendrá que algo que influye en mi vida punto total abre la cama miro lo que hay desconcertada y perdida dentro de la caja hay una llave quién me va a dar una llave y sin saber de qué ni de qué abre punto mira de nuevo la caja buscando otra pista y veo un pequeño papel con unas coordenadas cojo mi móvil y pongo las coordenadas que me indica y proviene del cementerio que se encuentra las afueras del pueblo todo me resulta raro y me da bastante miedo pero si sigue investigando y siguiendo cada pista puedo acabar peor. Aprovechando el lago como la caja y la tiro allí me deshago de las llaves y de todo y coge el camino para ir a casa. Llegando a casa me miro al espejo de la entrada y veo que la llave cuelga de mi cuello... cómo ha llegado la llave de nuevo a mí

No hay comentarios:

Publicar un comentario